Son una especie de tabletas rústicas, como las que se ven artesanas en las buenas pastelerías.
Ingredientes:
- chocolate al gusto ( con leche, negro con % cacao diferente...)
- avellanas
Si las avellanas son crudas y con cáscara: quitarles la cáscara dura y ponerlas en la bandeja del horno a unos 150ºC unos 10-15 min, hasta que veamos que la piel oscura se cuartea y separa. El interior tiene que estar seco, pero sin tostarse. Es mejor al principio sacar un par de avellanas, dejando la bandeja en el horno, y probar con las sacadas: la piel oscura se tiene que quitar fácil ( estará como crujiente), y la avellana nos queda blanca, pero también crujiente. Mientras no esté así, dejarlas en el horno más tiempo, con cuidado de que no se tuesten, ya que les cambia mucho el sabor.
Sacarlas del horno, y dejarlas templar un poco. En cuanto podamos ( por el calor) ir pelándolas con la mano y separándolas de la piel.
Si las compramos ya peladas y tostadas, están listas para usar.
Fundir el chocolate, bien al baño maría, removiendo a menudo ( aquí no hay problema de que se queme el chocolate, es imposible) o bien al micro ( en este caso, cuidado!, cada 3-4 min y al final cada menos, sacarlo y mezclarlo bien, ya que si no, se quema en el centro y hay que echarlo todo).
Colocar sobre la encimera una papel de hornear del tamaño que creamos que saldrá la tableta, según el chocolate fundido. Para unas 6 tabletas de 125 gr, sale una tableta de unos 40x40 cm. Por si acaso, cortar el papel más grande.
Es importante poner el papel, ya que no es por proteger la encimera, sino para luego manipular mejor la tableta.
Esparcir algo más de la mitad del chocolate sobre el papel, dándole forma más o menor cuadrada, según queramos. Cubrirlo con las avellanas formando una capa única de avellanas, más o menos homogénea. Encima verter el resto del chocolate, al gusto. A mí me gusta que las avellanas estén bien cubiertas de chocolate, pero que se aprecien bien las formas de las avellanas, sin formar una tableta lisa por ambas caras. dejar reposar unas horas, hasta que se endurezca bien por el centro también. Creo que suele tardar unas 4 horas min, pero se puede dejar toda la noche por ejemplo.
Cortar al gusto: con cuchillo queda más corte perfecto, si lo hacemos dándole un golpe sobre el canto de la encimera, queda más rústico. Como no es una cosa dura, al golpear sobre la la encimera no hay peligro de cascarla, se parte la tableta muy fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario