- 240 gr harina
- 240 gr mantequilla pomada o margarina
- 90 gr avellanas
- 100 gr azúcar glas
- esencia de vainilla
- una pizca de sal
- cucharita y media de Nescafé soluble
Sacar la mantequilla de la nevera antes para que se atempere, o si no, darle un punto suave de micro.
Si tenemos avellanas con cáscara, pelarlas y tostarlas ( 160ºC) unos 10 min, hasta que veamos que la piel fina oscura se agrieta, y al tocarlas se descascarilla bien. Cuidado con no tostar demasiado las avellanas. Sacarlas, pelarlas bien y molerlas.
Si no hay otra opción, se puede comprar avellanas molidas directamente.
Batir la mantequilla con el azúcar glas, sin que monten demasiado, justo mezclarlas bien. Añadir la avellana molida, la sal, el café en polvo y la vainilla, y mezclar todo con la batidora.
Añadir la harina tamizada ( con colador) e ir amasando con la mano, hasta que la masa vaya siendo homogénea y se despega un poco de la pared del bol.
Cubrirlo con film y dejar en la nevera unos 30min, para que se endurezca un poco.
Encender el horno a 180ºC.
Pasado este tiempo, la masa estará un poco más fácil de manipular, menos pegajosa.
Enharinar la encimera y con el rodillo enharinado, extender la masa hasta 0,5 cm aprox.
Cortar con la forma deseada, yo les he dado forma rectangular con un cuchillo.
Colocar sobre la bandeja del horno, mejor sobre un papel de hornear, para que no se peguen, sin ponerlas muy juntas, ya que se agrandan un poco al hornear.
Hornear 10-15 min, como mucho hasta que empiecen a tostarse un poco por los bordes.
Sacarlas con MUCHO CUIDADO!!! cuando están calientes están superfrágiles. Yo lo he hecho con una espumadera, y colocarlas sobre una rejilla para que se enfrien.
En pocos min. cogerán otra dureza y quedarán crujientes.
Decorar al gusto o dejarlas tal cual. Yo las he colocado sobre la rejilla muy juntas y con un "biberón" con chocolate negro fundido he marcado unas rayas por encima.
Recién hechas están supercrujiente y ricas.
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